domingo, 24 de marzo de 2013

Día 8 - Tucumcari - Santa Fe

A todos aquellos a los que les gusten las emociones fuertes y vivir experiencias casi casi al límite les recomiendo, sin duda, por Dios, que hagan la ruta 66 en el mes de marzo...

La experiencia de encontrarte en una recta de 40 Kilómetros en el estado de Nuevo México, con nada por delante, nada por detrás y, por supuesto, nada por los lados y que te sorprenda un frente de vientos de 40 MPH mantenidos durante varias horas encima de una Harley Davidson, no tiene precio... (lo de la velocidad no es inventada es que cuando hemos llegado al hotel hemos comprobado que había un aviso de vientos....¡¡ a buenas horas!!).

Pero claro, como una experiencia sólo aquí en USA es poca cosa, cuando ya amainan los vientos y enfilamos carretera al destino empezamos a sentir algo de frio,luego mucho frio, luego alucinamos cuando empiezan a pasarnos camiones y furgonetas con"carámbanos de hielo" colgando, de algunos se desprenden bloques de nieve, y uno que no está muy puesto en geografia americana dice ¿pero de dónde salen éstos?, si estoy en Nuevo Méjico, que uno se imagina con sol abrasador... luego seguimos sintiendo un frio ya intenso, una cosa espectacular. Vicente y yo hemos hecho una mala aproximación a Santa Fe (Pascual decidió para combatir el frio, tirar y hacer él sólo la entrada a la ciudad) y hemos tenido que tirar de tecnología para ubicarnos, los dos hemos tenido dificultades para tener quieto el iPhone en su caso y el iPad en el mio y no digamos ya nada para ampliar y reducir las imágenes. Sólo por curiosidad he mirado la temperatura de Santa Fé un poco después de llegar (cuando ya me había recuperado): a las 21:00h - 2 grados bajo cero con una sensación térmica de 10 bajo cero.... (me expliqué ya lo del frio).

Nota: En el momento de escribir este blog Pascual se encuentra también sano y salvo en su habitación.

El diario ha sido más o menos este:

Nos hemos despertado (sin despertador ni nada) a las 5:45h. Vicente estaba ya con sus cosas y yo me he puesto a acabar la entrada del blog del día anterior ya que me quedé como mis compis...

La etapa de hoy era más corta y el tiempo parecía prometedor así que nos lo hemos tomado con calma y hemos salido un poco más tarde. Hemos procurado ir por la "vía de servicio" todo lo posible llegando a algún pueblecito de los que tienes que pasar por sitios como este.

 

 Paramos luego en una estación de servicio que hay al lado de la "nada"



Hemos visitado un museo de coches muy chulo:


Y hemos seguido carretera. Al principio todo jiji, jaja. Luego ha empezado a soplar viento y luego un vendaval nos ha sorprendido, como he dicho, en medio de la nada. Lo bueno de la situación es que ¡¡no podíamos elegir!!, no teníamos opción de hacer nada así que hemos conducido por esta recta infinita inclinados (teníamos que tumbarnos en contra del viento para poder mantener aquello estable). Bueno, sí hemos hecho algo y es parar en el arcén, comentar la jugada (y ver si hacíamos algo) y hacer unas fotitos para la posterioridad. No reflejan la situación pero bueno, fueron allí.

Muchos kilómetros después apareció una casa con un neón que indicaba que era un bar. Era el típico sitio en el que uno no se metería nunca de no ser por eso, por no tener otra opción. Mientras abríamos la segunda puerta (sí tenía dos juntas) pensaba.. "de aquí salimos o sin un duro o "lo otro".

Encontramos un grupo de 5 hombres sentados al lado de una estufa que sonriendo nos dicen algo del viento (que no entendimos). Sonreimos y dijimos "yeah" que es muy socorrido en estos casos y nos dirigimos a la barra. Uno de los hombres, mayor, muy mayor se levantó y nos atendió (debía ser el dueño). Sólo tenía dos dientes (en los extremos de la boca) y se quedó allí a "conversar" con nosotros. Tenía pinta de mejicano pero hablaba muy poco español. Fue mencionar la palabra España  y, como un resorte, dijo "toros".... El local estaba empapelado de billetes de dólares que dejaban los incautos que pasaban por allí (por supuesto, hicimos nuestra personal contribución para la posteridad. Nos tomamos una Budweiser y salimos de allí sólo con 10 € menos (y eso sí con una experiencia más en las alforjas).



Al salir de allí el viento ha había amainado así que pensamos que la cosa ya había pasado pero, inmediatamente empezó el frio.

Comimos en un subway que había en una estación de servicio unas millas más adelante. ¡Ah! se me olvidó comentar que para aumentar la emoción íbamos todos en la reserva. A Vicente se le había encendido el testigo muchas millas antes (no sé si es que los demás no tenemos pues siempre echamos gasolina a la vez)...

Pues eso, muchas millas más con un frio increible, coches pasándonos, como he dicho con "estalactitas colgando", una pasada. Pero bueno, hemos conseguido llegar al hotel. Vicente y yo un poco antes, Pascual algo más tarde. Allí estaba esperándonos Martín, como un campeón, ansioso de "sentir el rugir de la Harley Davidson"... (Es que se ha incorporado hoy...)

Yo le he cogido gustillo a esto de los jacuzzis y he aprovechado que el hotel tenía para meterme en agua hirviendo... Lo he disfrutado. El hotel, por cierto, una preciosidad.

Hemos ido a cenar a un sitio al que hemos llegado por casualidad pero que ha resultado fenomenal. Luego ya al hotel que es tarde y mañana espera un día duro (también).




Kilometros recorridos:

Etapa 4 :  Tucumcari - Santa Fe 307 Km (todos ellos en la dirección correcta).


4 comentarios:

  1. Tenía que haber quemado ayer la moto y así me hubiera ahorrado el INOLVIDABLE día de hoy. Quién no haya conducido en moto bajo una tormenta con viento yo diría que huracanado (sin exagerar) y además dándote lateralmente no podrá entender la situación. Lo peor, como dice Luis, es que estábamos en pleno desierto.
    Como dice Martín, a quien también le ha pillado la tormenta, "un poquito de viento con algo de tierra". Mariconadas en definitiva.
    Pero bueno, aquì seguimos y esperando a ese negro lozano que, viendo todo lo que nos está pasando, seguro que está por llegar a nuestras vidas. Yo creo que es de lo pocas experiencias que nos quedan por vivir. ! Vaya semana tan intensa!

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  2. Ah, se me olvidaba. Hoy pudimos hacer la primera colada de ropa de la Ruta.
    En el hotel, que está muy bien, hay un cuarto con lavadora y secadora. Luis y yo ya habiamos metido toda la ropa junta en la lavadora (Pascual seguía perdido en ese momento por Santa Fe buscando el hotel) cuando, afortunadamente vino Martín a poner cordura: la ropa blanca por un lado y la de color por otro. Seguimos evidentemente sus consejos pero no eramos capaces de abrir la caja por donde supuestamente se echa el detergente. Mientras Martín fue a recepción para que nos ayudaran yo hice lo de siempre: toqué todo sin saber de nada y conseguí abrirla. No entiendo como hacen tan complicadas las lavadoras teniendo en cuenta que también deben ser utilizadas por nosotros algunas veces.
    En cualquier caso, este es un aspecto de mi vida en el que voy mejorando ostensiblemente sobre todo sí tenemos en cuenta que la última vez que puse una lavadora en mi casa se me olvidò echar el detergente.
    Estoy seguro que este comentario me traerá alguna repercusión familiar pero habrá que asumir las consecuencias!!!

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  3. Pues si que...Vaya con el tiempo!!! De todas maneras, quitando esos ratillos de frio sigue siendo una pasada de viaje. Por si os consuela algo aqui estamos pasados por agua. En fin, como vais hacia el sur me imagino q ireis entrando en calor. Un beso Luis

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  4. ¿Qué somos? ¿Leones o huevones?

    Saludos

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