sábado, 6 de abril de 2013

Análisis del Viaje I: Las Etapas

Pues una vez finalizado, estas han sido las etapas reales de nuestro viaje:


Notas:

  1. La distancia de Springfield a Claremore es menor. Se hicieron 150 Km de más.
  2. La distancia entre Flagstaff y Williams es mucho menor pero hicimos un desvío para visitar el Grand Canyon.

Cada viaje es muy diferente y depende de muchos factores: errores, climatología, interés... por lo que dependerá mucho de cada uno cómo desee planificarlo. Pero como creo que la experiencia es importante comento lo que es para mí más relevante del viaje realizado.

Comentarios:

  1. Que nadie se lleva a engaño. Aunque las distancias no son muy grandes empleábamos no menos de 12 ó 13 horas en recorrerlas. Como los días acababan pronto (18:30h ó 19:00h) acabábamos siempre por la autovía intentado cumplir la etapa y perdiendo lo que de interés tuviera la ruta en esos Kilómetros.
  2. Creo que el viaje estaba bien planificado para dos semanas pero es evidente que dos semanas es poco si se desea disfrutar de la ruta y conocer la mayoría de los principales puntos de interés.
  3. El desvío a Las Vegas y la estancia de un día allí es discutible y los que hemos ido tenemos diferencia de opiniones. Yo, que ya conocía Las Vegas, hubiera preferido emplear ese tiempo y kilómetros en "saborear" más la ruta. Los que no conocían Las Vegas creen que merece la pena "el desvío". 
  4. En los viajes organizados hacen un día de parada en Santa Fe. Cuando estuve allí lo comprendí. Queda a mitad de ruta y un día de descanso allí se agradece muchísimo. Es además una ciudad con mucho que ver y mucha vida nocturna. Sin duda es una buena cosa, si se puede, pasar allí un día.
  5. Entre Grants y Flagstaff hicimos algunos kilómetros de más para recorrer el Painted Desert y Petrified Forest. Fue una parte muy agradable del viaje que disfrutamos especialmente. Sin duda merece la pena.
  6. Las dos noches en Chicago y Santa Mónica para mi son imprescindibles. Chicago es una gran ciudad que merece la pena "saborear" mínimamente y Santa Mónica (y Los Ángeles) incluso conociéndolo como era mi caso se disfruta como "relax" de final del viaje.

miércoles, 3 de abril de 2013

Día 16: Santa Mónica (Los Ángeles) - Madrid

Ya sólo nos queda recoger y despedirnos de esta ciudad en la que terminó nuestro viaje. El avión sale por la tarde así que tenemos tiempo de hacer alguna visita a lo más relevante de Los Ángeles aunque ya con el pensamiento en el avión que nos traiga de vuelta.

Nos acercamos a Beverly Hills y Rodeo Drive. Damos una última vuelta por Hollywood con el fin de hacer alguna última compra y enfilamos el aeropuerto con tiempo no vaya a ser que perdamos el avión.








Una vez facturado el equipaje comemos, ya con tranquilidad en el aeropuerto y poco después iniciamos un largo viaje de unas 14 horas (hacemos escala en Londres) que el que suscribe se tira durmiendo excepto en los momentos realmente imprescindibles (comer, beber, bajar del avión en Londres y hacer el transbordo)...

Llegamos a Madrid y nos hacemos una última foto ya de absoluta despedida y cierre.


A los observadores les diré que sí, la bandera denota algún percance que no he narrado en el blog.....

Día 15: Santa Mónica

Bueno, lo principal del viaje ya ha pasado, hemos completado la Ruta 66 así que sólo queda disfrutar de un sitio tan lejano un par de días para que la vuelta a la normalidad no sea tan "dura". Bueno, esto los tres que comenzamos la ruta en Chicago pues Martín tiene que dejarnos hoy mismo.

No podemos levantarnos con toda la tranquilidad que nos hubiera gustado pues hay que dejar las motos a las 9:00h de la mañana. La devolución fue tan larga como la recogida (aunque menos tensa; ya las habíamos usado).



Recogemos el coche de alquiler que utilizaremos en estos dos días (en Los Ángeles es absolutamente imprescindible disponer de un vehículo para moverse) y nos vamos a Hollywood Boulevard, el Paseo de la Fama, que es probablemente lo principal que uno debe ver si dispone sólo de unas hojitas (habiendo conocido ya Santa Mónica, claro).


Comemos en una BBQ que encontramos en el principal centro comercial de la zona y acompañamos a Martín al aeropuerto.

Por la tarde volvemos a Santa Mónica. Disfrutamos unos minutos del pedazo hotel en el que nos alojamos...


Paseamos con tranqulidad por el Pier y repetimos fotos (ahora con luz) a la señal del final de la ruta y nos acercamos al segundo de los tres puntos que simbolizan el final de la ruta, en este caso, una placa a Will Rogers que fue un importante promotor de la Ruta 66.





Nos damos un pequeño (buen gran) homenaje cenando un pedazo de bogavante en un restaurante próximo y nos vamos al hotel.


sábado, 30 de marzo de 2013

Día 14: Las Vegas-Santa Mónica

Pues lo hemos conseguido, hemos llegado, ¡¡¡ Estamos en Santa Mónica  !!!!

La verdad es que ha sido un viaje muy duro. Habíamos leido mucho, habíamos visto muchos blogs y todo parecía estupendo, en ninguno había problemas, todo era goce y disfrute...

Nuestro viaje no ha sido así. Ha sido duro, muy duro. Hemos tenido suerte regular con el tiempo (sabíamos que era arriesgado hacerlo en marzo) pero es que o era en marzo o no era. Hemos tenido algun problema con las motos y, sobre todo, nos ha faltado tiempo, mucho tiempo. Dos semanas no es que sea poco es que es poquisimo si se quiere vivir la ruta, ver no ya todas sino las más representativas "escenas" de la ruta.

No obstante, y a pesar de todo, es una experiencia irrepetible (Vicente lo de irrepetible lo tiene clarísimo). Seguro que cuando estemos mas descansados, repasemos todas las fotos, recordemos todo lo hecho, nos parecerña increible....

Nos hemos levantado a las 7:30h (durmiendo otra vez muy poco) y peleado con todos los elementos para salir del hotel primero y de la ciudad después. Las Vegas es una magnifica ciudad para pasar unos días pero no para entrar ni para salir.

Hemos ido antes de irnos al famoso cartel de "Bienvenido a las Vegas" que es una foto imprescindible. Después ya hemos enfilado autopista hacia Barstow para reencontrarnos con nuestra querida y ya entrañable "Ruta 66".


Hemos comido en un restaurante emblemático de la ruta, el Peggy Sue's. Local de los años 60 atendido por camareras que debieron inaugurar el local pero que, como ya es costumbre, no pierden la sonrisa en ningún momento y se esmeran y esfuerzan por que estés satisfecho.





Tras la comida hemos conseguido recorrer nuestros últimos kilómetros originales de la Ruta 66. Ha sido una experiencia de despedida muy agradable pues nos ha evitado hacer muchos kilómetros en medio de un tráfico tremendo y, a su vez, disfrutar de la tranquilidad de las carreteras ya en desuso.

Hemos disfrutado durante unos largos minutos de "The bottle tree ranch". Un insólito "bosque" realizado fundamentalmente con estructuras metálicas y botellas de vidrio pero que se combinan con los más insospechados artefactos: escopetas, campanas, máquinas de coser, teléfonos... Un innumerable conjunto de cachivaches que hacen del lugar algo muy especial y donde todos ellos combinados con el viento producían curiosos y melódicos sonidos.




Queríamos hacer la entrada a Los Ángeles de la manera más tradicional posible pero se nos ha echado el tiempo encima. Había oscurecido y estábamos todavía a 120 km del destino así que decidimos que era el momento de llegar de la manera más rápida posible. Conectamos el GPS y a la autopista.

Cruzar Los Ángeles, por la noche, en moto es algo bárbaro (de las emociones "fuertes"). Los coches adelantando por derecha e izquierda, todos ellos rápido...110 Km de autovías de 4 ó 5 carriles. Yo he tenido suerte porque he contado con la ayuda del GPS y tenía referencia de lo que quedaba pero a mis compis se les ha hecho eterno (y peligroso) por el tráfico y por el mal estado de la carreteras (asfalto mil veces "reparado").

Y a eso de las 21:00h hemos llegado. Sí otra vez unas doce horas de camino para hacer, hoy, 514 km.

Tras tomar tomar la habitación que temíamos reservada enfrente del pier hemos "corrido" a hacernos la foto con la señal (una de las tres) que indican el final de la ruta 66.


Una reparadora cena en el Bubba Gump que está enfrente y copazo (no muy bien servido) de rigor en uno de los locales próximos han hecho que finalicemos el día reconfortados en lo físico ya que en lo moral ya lo estábamos desde que llegamos al hotel de Santa Mónica.




Día 13: Las Vegas (Versión Oficial)

Por la mañana, aparte de descansar más de lo habitual, lo cual no es muy difícil, nos fuimos a patear la ciudad (los hoteles). De sorpresa en sorpresa, por los hoteles y por la gente que los habita.

Tomamos una cerveza en uno de los múltiples establecimientos que hay en la ciudad y comimos en el buffet del Bellagio. Habíamos leido por ahí que era de los mejores de Las Vegas y, efectivamente, debía serlo. Es, probablemente, el que más variedad tiene de todos los que he estado en mi vida.

Tras comer nos disolvimos pacificamente. Vicente en busca de tiendas, Pascual de descanso, Martín de ver más hoteles y yo de patear más los conocidos.

Nos reagrupamos por la tarde y salimos a ver qué había en Las Vegas por la noche. Vimos el volcán del Mirage (no muy espectacular), el espectáculo de los piratas del Treasure Island (este sí, espectacular) por el despliegue de medios y de bailarines/as. Yo por la tarde había visto las fuentes del Bellagio (muy desmejoradas respecto al verano pasado).

En taxi fuimos a Freemont Street y eso sí espectacular. El Freemont Experience, el hecho de que hubiera tres (o cuatro) grupos de rock tocando a la vez en la misma calle. La infinidad de luces de los casinos y tiendas de souvenirs, la gente de todo tipo y condición desde lo sublime a lo patético. Algo único y visita imprescindible en Las Vegas.

Cenamos en un restaurante que simula ser un hospital. A la entrada te ponen una pulsera y una bata y luego te atienden camareras vestidas de enfermeras. El ambiente es divertido y las camareras hacen muy bien su trabajo que es atender a los clientes y hacer que te sientas a gusto. Al local, por supuesto, acceden hombres y mujeres. Cuando acabas la cena sin saber muy bien por qué aparece la enfermera que te ha tocado y te somete a un severo correctivo (a hombres y mujeres por igual), y los palos que te mete no son de "mentirijilla".

Seguimos paseando después por Freemont, tomamos algo mientras escuchábamos buena música en directo y, finalmente y en taxi volvimos al hotel.

Allí, en la habitación, nos corrimos la mayor de las juergas que hemos tenido en Las Vegas, haciendo y disfrutando la versión graciosa del blog del día.

Supongo que más adelante y con más tiempo pondré alguna foto para documentar este día pero no hoy...

viernes, 29 de marzo de 2013

Día 13: Las Vegas

Hoy ha sido un día aciago...

Por la mañana Pascual ha tenido un serio altercado con las fuerzas del orden...




Por la tarde todos, de manera repentina, nos hemos encontrado mal y hemos tenido que acudir a un centro sanitario...






La verdad es que la acogida ha sido muy cariñosa. Se nota que han notado que estábamos muy malitos.






Tras diagnosticar la situación




Nos han prescrito con rapidez un eficaz remedio al que nos hemos aplicado con esmero.




No obstante, no hemos satisfecho las expectativas de la Dirección y nos han sometido a un severo correctivo...







Pero tenemos que reconocer que, una vez reconfortados por la cura y el correctivo, cuando nos han visto completamente recuperados se han emocionado y nos han dispensado una cariñosa despedida...






Bueno y además de todo esto hemos pateado un montón de Las Vegas, visitado los principales hoteles, comido en el bufet del Bellagio y por la noche recorrido la Freemont Street, la parte antigua de Las Vegas que no tiene desperdicio. Eso no da para un blog, da para una película.

Mañana retomamos la moto en lo que será nuestra última etapa, Las Vegas - Santa Mónica. Una etapa durilla con algo más de 450 Km de recorrido pero con la recompensa de llegar al Pacifico y culminar la realización de un sueño....











jueves, 28 de marzo de 2013

Día 12: Williams - Las vegas

Hoy ha sido otro día, quizas el que más, de como nos imaginabamos cuando pensábamos en hacer la ruta.

Nos hemos levantado un poquito más tarde. Hemos dado una vueltita al pueblo (Williams) en moto antes de salir. Hemos posado para hacernos la foto con los chalecos que compramos ayer.


Hemos hecho muchos kilómetros por la 66 original que incluso en este tramo está muy alejada de la autovía.

La sensación de recorrer una recta kilométrica (como son todas las de aquí), en paralelo a la vía de tren, sin más tráfico que nuestras motos y alcanzar y sobrepasar al tren oyendo buena música es fabulosa.

Hemos pasado por pueblitos ya de capa caida pero que conservan todavía mucho de su decoración de hace 70 años...






Hemos parado en un genuino bar de carretera americano...En estos sitios, por cierto, no son, en general especialmente amables , al menos en comparación con el resto de americanos...


Hemos parado en algún lugar que indicaban vistas "escénicas" y efectivamente lo eran..


Hemos llegado a la presa Hoover que es un prodigio de ingenieria (por lo visto).




Y ya, por fin, hemos llegado a Las Vegas que es una locura de ciudad y acostumbrado a la tranquilidad de las carreteras y pueblos por los que hemos pasado todos estos días nos ha pillado un poco "desprevenidos", pero bueno, hemos llegado e instalado.

La verdad es que en este caso nos hemos permitido un pequeño capricho y tenemos una suite para los 4 en el Venetian.




Y hasta aquí puedo contar porque de todos es conocidos que "What happens in Vegas stays in Vegas".

Que no...que es broma que sí que lo puedo contar (para desazón de alguien cuya identidad no voy a descubrir para evitar represalias)...

Pero vamos que con la paliza que llevamos encima la cosa ha dado para poco más que guarricena en guarrisitio, paseito entre los casinos y un poco dentro del Venetian. Clavada del "15" en un garito de un hotel cercano y para la habitación que hay mucho sueño (no sin dejar de alucinar en cada momento y a cada paso con todo: los hoteles, la gente, las tiendas...¡¡¡todo!!!.